
El troradunas o correarenas (Occisoria terribilis) es un mamífero monotremano descendiente de los equidnas de hocico largo.
Se ha adaptado para vivir en las cálidas arenas del desierto de Nueva Australia. Su dieta insectívora se ha cambiado por la carne de los animales a los que depreda. El desierto neoaustraliano alcanza una máxima de 60º centígrados por el día y -30º por la noche. Durante el día la arena absorbe la luz solar y solo tocarla puede provocar quemaduras leves. El trotadunas a solucionado este problema de dos maneras:
Lo primero es que no toca el suelo con la piel, en su lugar para apoyarse usa las garras, que carecen de nervios sensibleal calor, además la sangre enfría esa zona para que se note menos el calor. Lo segundo es que alcanza velocidades tan altas que casi no toca el suelo.
Para alimentarse acecha a una presa tras una duna o roca y cuando ve un animal que cazar empieza una carrera que no dura más de dos minutos. El problema es que debido a su velocidad no se le da bien curvar, por ello cuando una presa curva el correarenas pierde su ventaja inicial.
Cuando un correarenas consigue alcanzar a su presa pega un salto a los cuartos traseros del animal y clava sus garras. Cuando ya está bien fijado hace que su presa pierda el equilibrio y caiga al suelo. Cuando está en el suelo le clava las garras en la garganta cortándole los conductos respiratorios y matando al animal.
El largo hocico le sirve para profundizar en el interior de la presa manteniendo los ojos fuera del cadáver y, de este modo, pudiendo ver si algún animal se acerca. El único depredador del trotadunas es otro trotadunas más grande.
Para evitar ser presas de otros trotadunas y protegerse de las tormentas de arena excavan en la arena y se meten en ella dejando solo visible las púas de la espalda. Las púas disuaden a los depredadores y frenan el arrastre de las partículas de arena evitando que los animales queden enterrados debajo de ella.
La época de celo dura en verano. Los machos marcan su territorio con heces, arañando las rocas y esparciendo los huesos de sus presas. Para hacer un nido recogen piedras, arena y huesos que colocan en forma de ''cueva'' que son unidos por una sustancia pegajosa que es expulsada por el ano del animal, a menudo confundido con heces.
Cuando una hembra ve un nido que le guste se aparea con el macho. Para que el macho, que debería colocarse encima de la hembra, no se haga daño con las púas han cambiado su apareamiento. El pene es retráctil y se coloca en la dirección que mira la cola. La hembra y el macho se dan la espalda, levantan las colas y el macho inserta su pene en la vulva de la hembra. No suele durar más de tres minutos.
